Las trabas burocráticas y la necesidad de resolver un asunto en los tribunales han provocado la incertidumbre con la puesta en marcha de la planta para producir los coches eléctricos Model Y de Tesla.

La planta se está construyendo en la localidad de Grunheide, situada cerca de Berlín, a 38 kilómetros de la capital alemana. Se supone que, según la capacidad de diseño de la empresa, se producirán allí hasta 500 mil coches eléctricos al año. Se calcula que el proyecto costará 4.900 millones de dólares (4.000 millones de euros).

¿Por qué se retrasa la construcción de la planta de Tesla?

Sin embargo, según los medios de comunicación alemanes, aún no se han resuelto los trámites necesarios para el inicio de las obras de la empresa con los servicios estatales locales responsables de la seguridad medioambiental. El Ministerio de Medio Ambiente alemán dijo a los periodistas que los asuntos relacionados con la obtención de todos los permisos para que la planta comience sus trabajos están en la fase final. Sin embargo, los funcionarios alemanes no dieron ninguna fecha concreta para la finalización de todos los procedimientos.

Lo que sí se sabe es que graves trabas burocráticas y un pleito, durante el cual se estaba estudiando el régimen de uso del agua de la futura planta, no permitieron a la empresa obtener todas las licencias necesarias para diciembre, algo que el CEO de Tesla, Ilon Musk, esperaba y anunció en Twitter el año pasado. En julio de 2021, el multimillonario escribió en las redes sociales que pretendía construir la planta en un tiempo récord y empezar a lanzar coches. Al fin y al cabo, la planta de Shanghái, que produce los coches eléctricos Model 3s, se construyó en solo 11 meses.

¿Resolverá Musk los problemas que han surgido

Se espera que Musk visite la fábrica de Grunhide durante el mes de febrero para ver en persona la dificilísima situación. 

Mientras se construye la planta y se resuelven los trámites, los coches eléctricos del Modelo Y se fabrican en China. Los analistas alemanes afirman que Musk se ha dejado convencer por el impresionante historial de la empresa en la construcción de plantas en el país, que ha resuelto todos los trámites con rapidez y ha dejado a los lugareños muy descontentos. En Alemania, en cambio, la empresa se encontraba, como han señalado acertadamente los analistas, «en un infierno burocrático».

Hubo que resolver muchas cuestiones con las organizaciones ecologistas, ya que hubo que talar varias hectáreas de bosque para construir la planta. También se necesitó mucho tiempo para comunicarse con los sindicatos, que exigieron a la empresa de Ilon Musk que detallara todos los aspectos de las futuras relaciones laborales con los empleados de la planta en construcción.

Además, el hecho de que la obra tuviera que ser limpiada de municiones sin explotar de la Segunda Guerra Mundial influyó en el calendario de trabajo.

Al comentar la situación de la planta alemana de Tesla, los analistas recordaron la historia de la construcción del nuevo aeropuerto de Berlín. Se construyó muy rápido, en un tiempo récord para un objeto así. Pero el aeropuerto empezó a funcionar plenamente sólo 10 años después de que se terminaran las obras de construcción. La razón: una enorme cantidad de trámites que la administración del aeropuerto tuvo que resolver con muchas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales alemanas.

Tesla e Ilon Musk, por supuesto, no tienen tanto tiempo libre. Al fin y al cabo, el mercado de los coches eléctricos es cada vez más competitivo.